The Healthy Art Club
Qué te ofrezco
Tiempo para el entusiasmo y la curiosidad.
“Mi propósito es acompañar a las personas a sentirse mejor a través de encuentros artísticos. Descubrir y comunicar sus capacidades a través de un arte con alma”.–Amaya Ledesma del Fresno–
Te acompaño en la búsqueda de tu bienestar y te ayudo a conectar con tu lado más creativo. El objetivo primordial de estos encuentros es conocernos a través de actividades artísticas que nos permitan descubrir y liberar emociones que no podemos expresar o desconocemos.
Lo hago a través de dos caminos complementarios:
En el primero, usamos nuestras manos. La materia nos permite dar cuerpo con tacto y acogida. Barro, pigmentos, acuarela, carboncillo, lápices de colores, geometría sagrada…. Las manos nos ayudan a equilibrar nuestro interior.
En el segundo, nos acercamos a la historia del arte o a los artistas. Lo hacemos desde su lado más íntimo, sin pretensiones, sin grandilocuencia, directamente al corazón. Observaremos el arte como si de un espejo de nuestros sentimientos se tratase.
Solemos trabajar en grupo, para aumentar la riqueza que supone escuchar y observar a todos los participantes y para permitirnos espacios sociales saludables.
El objetivo no es convertirnos en artistas, ni en expertos en Historia del Arte, si no, aprender a través de la creación artística, conectar con nuestra creatividad dando más importancia al proceso que al resultado.
Porque ser creativo significa seguir mirando la vida con asombro.
Sobre mí
Soy Amaya Ledesma del Fresno, fundadora de The Healthy Art Club, historiadora del arte, periodista, experta en comunicación y especialista en técnicas artísticas Hauschka.
Durante más de 20 años he trabajado como directora de comunicación para grandes marcas de lujo como Carolina Herrera, Prada perfumes o Loewe moda, entre otras. Docente habitual en postgrados de diseño y estética, participo activamente con equipos de recursos humanos y foros educativos para implementar programas que favorezcan el desarrollo del talento innato de cada ser humano, en escuelas y en empresas.
Hablo cinco idiomas y desde los 19 años he vivido en Francia, Suiza, EEUU, México y España.
La gente que mejor me conoce me define como inquieta, vivaz y curiosa, con una mente muy organizada, un espíritu tenaz y una confianza plena en las posibilidades del ser humano.
Mis primeros recuerdos están relacionados con los colores y la emoción que me provocó el Museo del Prado con tan solo 6 años. Estudié Historia del Arte en Suiza porque veía en el arte el medio más digno que tenemos para comunicarnos como humanidad.
Mi primer trabajo fue en una galería de Zürich, pero me desencantó el aire de grandilocuencia con la que se hablaba del arte.
El año 2006 supone un hito en mi vida ya que nace mi primera hija. Desde entonces compagino mi trabajo y habituales viajes por el mundo con lo que considero mi labor más intensa y transformadora, la de ser madre. Es precisamente mi primera hija quien despierta en mí una enorme curiosidad y necesidad vital de empezar a estudiar y a leer sobre educación personalizada y aprendizajes que respeten las diferencias.
Es así como descubro una nueva metodología educativa basada en el arte, como una herramienta de bienestar accesible para todos. En sintonía con mi pareja, decidimos dar un cambio a nuestra vida, guiados por la intuición y el corazón: cambiamos a nuestros tres hijos de escuela y nos vamos a vivir a las afueras de Barcelona.
A través de la experiencia de mis hijos, compruebo cómo el arte ofrece bienestar y entusiasmo y decido profundizar en sus distintas posibilidades.
Aún en convivencia con mi trabajo como directora de comunicación de Carolina Herrera, me vuelco en la investigación y desarrollo de procesos artísticos para el bienestar y terapias comunicativas que usan el arte como herramienta de lenguaje.
En mi afán por compartir mis descubrimientos, comienzo a crear grupos presenciales y online donde ofrezco encuentros artísticos que permiten calma y tranquilidad. La respuesta es muy positiva y veo claro que es el momento de abandonar la multinacional para poder enfocarme en este proyecto y llegar a más personas.
Lo que surgió como una misión para con mi hija, se convierte en mi pasión y en mi modo de vida: Mi propósito es el de acompañar a las personas a sentirse mejor, a descubrir y comunicar sus capacidades a través de un arte con alma. Así nace THE HEALTHY ART CLUB.
Descubre lo que podemos hacer juntos
Workshops para empresas
Una empresa que es fuente de bienestar se vuelve más rentable, con empleados más comprometidos, saludables y empáticos. Nuestros programas de bienestar están enfocados en cuidar el capital humano, así como a las personas externas, pero vitales para la actividad positiva de la empresa.
Cuando los empleados y colaboradores se sienten cuidados y percibidos, se preocupan por la empresa y hacen su trabajo mejor, para lograr los objetivos.
Workshops personales
Si estas buscando conocerte mejor y disfrutar de tus emociones, desconectar del mundo digital, evadirte de la rutina, canalizar la expresión artística que llevas dentro y redescubrir tu esencia, ven a disfrutar con The Healthy Art Club. Te ofrece encuentros donde podrás recuperar el bienestar a través del Arte.
No es necesario tener nociones artísticas, lo importante es hacer con nuestras manos o contemplar el arte para vivenciar el Arte del bienestar.
Beneficios
Realizar trabajos artísticos, contemplar arte saludable, precisa de una concentración y de un enfoque que nos lleva a lo que se conoce como un estado de “flow”: somos capaces de disfrutar con un reto asimilable. Es entonces cuando nuestro cerebro produce ondas Alfa, un estado óptimo de alerta relajado. Las alfa mejoran los niveles de neurotransmisores en el cerebro, como consecuencia, el estado de ánimo mejora.
Usamos una metodología basada en procesos artísticos “equilibrados”, que mueven nuestro sistema rítmico hasta llevarlo a un estado equilibrado entre la inhalación y la exhalación. No se trata de alterar, sino de generar un estado de equilibrio del sistema respiratorio óptimo.
El concepto de ánimo viene del término ánima, que es el alma. El arte trabaja sobre todo con nuestras emociones, produce efectos en nuestra alma. A menudo se habla de emociones “malas” o “buenas”, cuando en realidad, lo que no es bueno es no saber detectar nuestras emociones, evitarlas y que se enquisten. El arte nos permite entenderlas, identificarlas y por tanto, reconocerlas. Este acto nos libera de muchas tensiones acumuladas y nos vuelve a equilibrar el alma.
Frente a un mundo saturado por la indigestión de la prisa, por lo digital, por lo virtual, trabajar con procesos artísticos o contemplar arte saludable, nos permite plantearnos preguntas de vital importancia para entender quiénes somos y cuáles son nuestras virtudes. Cada ser humano es único, no nacemos para ser todos iguales y estandarizados. La estandarización, el “todo es perfecto y maravilloso” que nos venden por medio de las redes sociales y de los medios de comunicación, tiene como efecto el que nos estemos perdiendo a nosotros mismos y, por tanto, que no nos permitamos ser únicos. Trabajar con procesos artísticos, comprender arte y artistas, nos hace redescubrir nuestra individualidad, nuestras capacidades y también aquellos miedos que nos amenazan.
Trabajar con procesos artísticos o contemplar arte saludable, nos abre a nuevos campos, nos propone retos tanto de pensar como de hacer que tiene grandes efectos en nuestra mente, ya que creamos nuevos circuitos neuronales, que evitan el deterioro de nuestra mente, pero también en nuestro sistema nervioso puesto que debemos desarrollar nuevas capacidades motoras.
Los procesos artísticos saludables aumentan y trabajan en nuestro sistema de serotonina, un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo y con las emociones, para aumentar las respuestas emocionales y favorecer el sistema inmunológico. Alienta a las personas a confrontar activamente sus problemas, o verlos y recogerlos, lo que provoca cambios duraderos en la mentalidad y un alivio a largo plazo. El estado de ánimo es más duradero que las emociones, por lo que es importante instaurar nuevos hábitos que permitan cambiar un estado de ánimo.
Realizar procesos artísticos que antes no habíamos hecho, nos plantea un reto alentador. Contemplar y comprender arte desde una mirada saludable, nos activa la sensación de entusiasmo y asombro. Todo ello tiene grandes beneficios en el aumento de la dopamina, la hormona de la recompensa y la satisfacción.
“El arte nos ayuda a explicarnos” Alain de Botton. Los procesos artísticos o el recurrir a obras de arte nos permite explicar emociones que a menudo no sabemos interpretar. El arte puede ayudarnos a hacer evidente aquello de lo que necesitamos mostrar o expresar. Además, las obras de arte también pueden ser parte de la solución: es posible compartir con otros nuestra apreciación del arte, a través de obras que nos emocionan y estimulan, expresando ideas y sentimientos que habitualmente nos resulta difícil poner en palabras. El arte nos ayuda a explicarnos.
Realizar procesos artísticos sanos y seguros, crece nuestro entusiasmo, ya que alimentamos nuevos intereses y el deseo de hacer cosas diferentes. También nos ayudar a indagar en nuestro interior y comprender y reconocer muchos aspectos no asimilados anteriormente. De esta manera, afianzamos un espacio de calor interior que nos permite encontrar motivaciones nuevas y positivas a nuestras preguntas.
Testimonios
Preguntas frecuentes
No se necesita saber de Arte o de técnicas artísticas, porque nos acercamos al Arte desde una mirada de las emociones, de lo que nos puede beneficiar contemplando o haciendo. El objetivo no es convertirnos en artistas, ni en entendidos, sino aprender a través de la creación artística. No importa el resultado sino el proceso. Nuestro sueño es que la sociedad incorpore el arte en su día a día, que vean en lo artístico un camino para ampliar la mirada, para procurarse salud. Porque cuando nos planteamos preguntas a través de un proceso sano nos permitimos entender el complejo mundo en el que vivimos.
Los encuentros son en grupos de mínimo 6 personas y máximo 14 personas, tanto para particulares como para empresas o corporate. A lo largo de mi vida he realizado muchos procesos de forma individual, pero donde he sentido una sensación de bienestar ha sido cuando he podido aprender de y con otras personas. Trabajamos en grupo, para aumentar la riqueza que supone escuchar y observar a todos los participantes. Compartir con otros, experienciar empatía y acompañamiento a través de dinámicas grupales de procesos artísticos, nos permite evidenciar que no somos los únicos de aquello que vivimos, sentimos o pensamos y esto produce un gran alivio y comprensión. Las dinámicas en The Healthy Art Club se realizan de manera presencial y en compañía de otros, porque los procesos en grupo tienen grandes beneficios para nuestra salud mental y nuestro bienestar emocional. Sin embargo, y en casos concretos, cuando hay que hacer un proceso individual porque se debe profundizar en un aspecto concreto, podemos plantear sesiones individuales.
Por el momento no, después de mi experiencia durante el confinamiento, estoy convencida de que necesitamos ahora más que nunca los encuentros presenciales. Estudios diversos demuestran que los beneficios de lo real frente a lo virtual son mucho mayores, sobre todo cuando hablamos de aumento del bienestar y de facilitar a las personas dinámicas sociales. Tenemos espacios tanto en el centro de Barcelona como en Madrid, ideales para crear una atmósfera de calma y belleza. Y podemos desplazarnos a alguna otra ciudad si se diera la posibilidad.
Prefiero hablar de encuentros en grupo a través del Arte que producen bienestar y calma. Hoy día la palabra Arteterapia o simplemente Terapia ha sido usada a veces sin mucho criterio y las solemos relacionar con enfermedades o procesos donde debemos arreglar un problema o un daño. En el caso de nuestros encuentros lo que facilitamos es comprensión y salud a través del arte, pero no es necesario arreglar o cambiar nada. La finalidad es el bienestar, desde la prevención y la salutogénesis . La salutogénesis es el origen de la salud y se centra en los factores que respaldan la salud y el bienestar humanos, en lugar de los factores que causan la enfermedad (patogénesis).
Los beneficios de realizar encuentros con arte en grupos están demostrados de manera científica y con mucha casuística desde hace más de quince años, cuando comenzaron a surgir cada vez más casos de falta de interés, angustia en sociedades donde, parecía que lo teníamos todo. Hoy El 75% de las personas aseguran sentir stress, ansiedad o simplemente una excesiva aceleración de sus vidas.
A modo de resumen, citaremos los siguientes beneficios demostrados:
1. Calma la mente
2. Equilibra la respiración
3. Ayuda a gestionar las emociones
4. Mejora el estado de ánimo
5. Refuerza nuestra salud mental
6. Permite comprendernos
7. Permite explicarnos
8. Refuerza la autoestima
9. Reduce la apatía
10. Nos humaniza
De hecho, la Organización Mundial de la Salud acaba de publicar un informe en el que se demuestra que el Arte puede mejorar la salud y el bienestar de las personas. Con una muestra de más de 3000 europeos, las conclusiones de este estudio son contundentes: ver exposiciones o realizar procesos artísticos tiene efectos positivos en los seres humanos.
No existen dos seres humanos iguales y por tanto, es difícil unificar en una lista lo que cada uno se lleva en un encuentro. Sin embargo, puedo asegurarte de que cada una de las personas que asisten, se van con varios regalos intangibles y muy personales. Porque en los workshops, nos permitimos, por encima de todo, escucharnos, un trabajo introspectivo, pero también desarrollamos una percepción respetuosa y amorosa con los otros del arte y a través del arte. Si puedo compartir contigo lo que más a menudo recibo como comentarios de las personas que acuden a los workshops:
- Descubrir el lado humano del Arte.
- Hacer un trabajo donde te permites ser tú, sin juicios ni expectativas.
- Darte un un tiempo dedicado sólo a ti, rodeado de belleza y comprensión.
- Aprender aspectos nuevos del Arte y cómo aplicarlos a tu día a día.
- Una oportunidad para explorar, haciendo una pausa, reflexionando, desde la curiosidad y hacer tus propias interpretaciones de lo que vaya apareciendo.
Un workshop puede variar en el tiempo, en la cadencia y en el coste. Al ser un servicio personalizado adaptamos los precios a cada caso concreto. Contacta con nosotros sin compromiso.
No se han encontrado efectos negativos asociados, no es invasivo, no es catártico y no provoca efectos secundarios. La metodología se basa en trabajar a partir de los recursos de cada persona, de conectar con las posibilidades de salud que todos llevamos dentro. La base de nuestro trabajo es la salutogénesis. La salutogénesis es el origen de la salud y se centra en los factores que respaldan la salud y el bienestar humanos, en lugar de los factores que causan la enfermedad (patogénesis).
Contacto
Tenemos espacios tanto en Madrid como en Barcelona para ofrecer mayores beneficios en el bienestar.