¿Te ha pasado en alguna ocasión el sentir mucha pereza o nerviosismo por acudir a una reunión de conocidos o de trabajo en la que no te sientes cómoda?. A mí me pasaba a menudo. La neurociencia, esa maravillosa disciplina científica que nos habla del sistema nervioso y que últimamente nos referimos mucho a ella… (quizás en exceso), nos explica este hecho argumentando que cuando nosotros no estamos siendo coherentes entre lo que sentimos, decimos y hacemos, nuestro sistema nervioso se pone en alerta y por tanto se refleja en una sensación de incomodidad ante algún acontecimiento. Dicho con palabras más vulgares: cuando no nos permitirnos ser nosotros y debemos “actuar” según un determinado papel, nuestro cuerpo acaba por rechazar aquellos encuentros en los que no estamos a gusto y relajados, porque debemos estar en alerta.
Te invito a hacer una reflexión a modo de barómetro: piensa en todos los encuentros que has tenido en la última semana, tanto personales como profesionales. Ahora, piensa en aquel o aquellos dónde te has permitido ser tú en todo tu esplendor y, no sólo eso, también te has sentido a gusto, cómodo, acogido y cuidado… Hazlo desde la honestidad, nadie te va a valorar por el resultado. Si te salen más de 5, entonces quizás no necesites venir a probar uno de nuestros encuentros en The Healthy Art Club. Si por el contrario te cuesta recordar algún encuentro que cumpla esos requisitos, me gustaría invitarte a vivir un workshop de los que hago.
Uno de los principales motivos por los que decidí crear The Healthy Art Club es el poder ofrecer encuentros saludables. ¿Qué significa esto?. Pues igual que cuando enfermamos, nuestro cuerpo nos está diciendo que hay algo desequilibrado, que no está en su lugar correcto, cuando tenemos salud, estamos en sintonía, todo está en su sitio y en su justa medida. A partir de esta explicación, a mí me gusta hablar de encuentros saludables y otros que no los son tanto. En los encuentros saludables, estamos equilibrados, no debemos hacer esfuerzos, todo está en su lugar correcto. Recibimos y damos por igual. ¿Una utopía?, pues no. Estas dinámicas existen, y son la base de la metodología de The Healthy Art Club.
Compartir con otras personas, experienciar empatía y acompañamiento a través de dinámicas grupales de procesos artísticos, nos permite evidenciar que no somos los únicos en lo que vivimos, sentimos o pensamos. Las dinámicas que os ofrezco están creadas desde el respeto, la escucha y el acoger todo lo que puede surgir, para devolverlo sanado a la persona. Las técnicas artísticas son siempre agradables e inclusivas: acuarela, pigmentos, barro, geometría, todas maravillosas, pero también son “deliciosas excusas” para generar encuentros donde acogemos a los otros, donde nos percibimos y percibimos a los otros y donde acabamos vivenciando que nuestra naturaleza humana se basa en el compartir y formar parte de social.
Estos días leía un increíble libro de mi gran admirada Rosa Montero, “El peligro de estar cuerda” (os lo recomiendo con gran euforia). En él, la escritora explica de una manera perfecta el porqué los humanos necesitamos de encuentros saludables: “ Nos gustan tanto las actividades colectivas que nos sanan, emocionan y nos completan, porque hacer cosas de manera sincronizada con los otros nos permite Ser tú y los demás. Ser tú gracias a los demás”.
Yo no podría haberlo dicho mejor, pero sí puedo aseguraros que los encuentros de The Healthy Art Club están pensados desde la sincronización de sus miembros. Porque hoy, más que nunca, necesitamos de encuentros saludables.