¿Dices que nada se crea? No te importe, con el barro de la tierra, haz una copa para que beba tu hermano. Antonio Machado

Este verano me ha dado por hacer churros de barro. Hemos pasado las vacaciones en un lugar cuyo terreno estaba hecho de arcilla. Y ahí me sentaba yo por las tardes, con un cubito de agua y nada más. El agua iba permeando la materia y yo simplemente hacía churritos que iba amontonando en una especie de montaña. ¿Sabéis lo que más he disfrutado?, el permitirme mancharme las manos con la mezcla, el sonido que salía al hacer los churros… sin más… Una vez más, he corroborado aquello que tantas veces repito en mis workshops donde trabajamos con arcilla: hoy, más que nunca, necesitamos urgentemente meter nuestras manos en el barro.

Es importante saber que no todos los barros nos aportan salud y bienestar, al igual que no todos los procesos con barro son saludables. Igual que hoy ya sabemos que no es lo mismo comer unos alimentos que nos aportan energía u otros que nos la quitan, la arcilla debe tener una serie de nutrientes para que, cuando trabajemos con ella, nos sintamos beneficiados. El tipo de barro que uso en The Healthy Art Club es vitamina para el alma y para tu piel. Me ha llevado mucho tiempo encontrar aquellos que son los mejores para vosotros, pero os puedo asegurar que cuando los descubráis, sentiréis que sus propiedades de forma inmediata.

Las virtudes de este material son múltiples, pero hoy voy a enumerar las que considero más necesarias en el momento actual:

1.CONCRETIZAR. Os invito a hacer una reflexión: Pensad en todas las acciones o ideas que tenéis a lo largo de un día y que no llegáis a ver realizadas de forma física porque casi todo hoy se alberga en “The Cloud” (la nube digital). Firmamos contratos que nunca vemos en papel; Compramos cosas a través del ordenador sin tener relaciones con la tienda; Cocinamos una receta que hemos visto en YouTube sin dejar manchas en esos preciosos libros de cocina…

Sabemos que las ventajas son múltiples en cuanto a economía del tiempo y del espacio, pero cada vez más son los médicos y psicólogos que alertan del peligro de no ver nuestros movimientos de una manera física: cada vez estamos más desvinculados de nuestras decisiones.

El barro nos ayuda mucho a bajar nuestras ideas a algo que podemos tocar, transformar y pesar. Por tanto nos permite vincularnos con nuestra vivencias.

2.TOCAR. Cada vez son menos las ocasiones que tenemos para tocar, y cuando digo tocar, me refiero a materias nobles, no muertas o frías, y a hacerlo con atención plena. Tampoco sirve las horas que pasamos delante de la pantalla o con el móvil. Lo digital, como su nombre bien indica, nos hace usar los dígitos, el final de nuestros dedos. Estos puntos están relacionados con nuestro pensamiento, con la razón. Pero, ¿sabéis dónde albergamos nuestro corazón?. En la palma de nuestra mano. Cuando en The Healthy Art Club trabajamos con arcilla, nuestras manos tocan, acarician, no sólo con los dígitos, sino con toda nuestra mano. Y es así como ahondamos en la materia.

3.ATERRIZAR. El barro es el elemento tierra, es lo más vivo que tenemos como material plástico. Frente a la inercia de hacer las cosas sin alma, de pasar por los sentimientos de forma superficial, la arcilla nos permite bajar las ideas, “poner los pies en la tierra”.

4.REDUCIR LA APATÍA. Aumenta el apetito sano. Cuando trabajéis con barro, querréis beber más, comer seguramente algo que os aporte energía saludable… las fuerzas vitales se mueven al usar la arcilla y esto hace que, tengamos más ganas de vivir y de “comernos el mundo”. La voluntad se activa de forma exponencial y volvemos a sentir ilusión por nuestro día a día.

Muchos de vosotros, cuando llegáis a The Healthy Art Club, me comentáis con ilusión que ya habéis trabajado con barro. En la mayoría de los casos, se trata de algún curso de torno o de la creación de alguna pieza de decoración concreta (un jarrón, un plato). Este tipo de trabajos son muy agradables, pero en este caso, hablamos de ocio, no de experiencias que nos aporten calor anímico. La implicación con el barro es mínima y lo que prima es el poder acabar haciendo una pieza para exponer. Pero nuestra alma no está apenas implicada, porque lo importante es crear una idea concreta que se nos viene dada. No digo que no sean útiles, al contrario, pero en el caso del trabajo que hacemos con el barro en The Healthy Art Club, tiene como finalidad el que podáis reconectar con vuestros pensamientos, con vuestras emociones y, eso sí, lo hagáis activando la voluntad a través de vuestras manos. Es entonces cuando se produce aquello que muchos de vosotros decís al acabar el workshop: “el tiempo y el espacio se para”. Porque estáis entregados en cuerpo y alma a, no sólo vosotros, sino a lo que se crea en el
grupo.

Por eso, uno de mis workshops estrella es: “El arte de escuchar desde el corazón”. A través de ejercicios con el barro y dinámicas de grupo, se pondrán de manifiesto los beneficios que os he compartido antes. Pero además, te va a aportar calmar la mente, acompasar la respiración, empatizar y comprender a los otros, dejar de tomarse las cosas de manera personal, crear lazos de respeto con nuestros compañeros.

Este tipo de cursos son oportunidades perfectas para dedicarte el tiempo que necesitas. Son entretenidos y además saldrás con la confianza de haber descubierto una nueva versión de ti mism@. Para un curso de este tipo vas a necesitar entre dos y tres horas de tu tiempo, puedes suscribirte a la newsletter para estar al día de las nuevas fechas.